Por más que se pretenda otras formas y métodos, aunque a la primera vista parezcan buenos, no es así en la vida cristiana.
Cuando hablamos del término cristiano, nos referimos bíblicamente al uso que se le dio a ésta palabra a partir de Hechos 11:26, que dice: Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía. Pero la pregunta es, por qué se les llamó cristianos, la razón es sencilla, la palabra significa “seguidor/es de Cristo”. Ahora, entiéndase que originalmente el término se refiere a un seguidor, sin titubeos y deformación del ejemplo de la persona a quien se sigue, decimos con esto, que el seguidor de Cristo, lo hace porque confía plenamente en Él y Sus enseñanzas, no varía nada de lo que conoce y sabe de su Salvador.
El Evangelio, así como el abecedario, tiene una forma de cifrarse y no cambia; cuando comenzamos a cifrarlo decimos A, B, C, D, etc. Lo mismo pasa con el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, la palabra Evangelio significa buenas nuevas, en este caso de salvación; no existe bíblicamente otra forma de comenzarlo y continuar dentro del mismo, la Biblia sólo nos presenta una forma. Cuando hablamos del A, B, C, del Evangelio, nos referimos a Arrepentimiento, Bautismo y Consagración, si estos tres pasos no se realizan en ese orden, las cosas andarán mal y no se puede vivir una vida fructífera y victoriosa como cristianos. No hay cristianismo por membrecía en una iglesia, por ser hijos de cristianos por generaciones anteriores, por tener conocimiento hasta incluso muy bueno de la Biblia o por leído un folleto evangelístico alguna vez. Llegamos a ser cristianos cuando entendimos a cabalidad el A, B, C, del Evangelio.
ARREPENTIMIENTO: Este acto es fundamental que acontezca en la persona que escucha el Evangelio y quiere continuar en la nueva vida que se ofrece por medio del mismo. La palabra arrepentimiento significa, cambiar mi pensamientos, conceptos y acciones de la corriente del mundo (Efesios 2:1-3), a las de Dios, según su Palabra, la Biblia. Pero es importante que entendamos, que arrepentirse, implica entendimiento, disposición y acción; con esto queremos decir, que no alcanza sólo con haber entendido lo que la Biblia dice del hombre y aceptarlo; implica más bien reconocer mi condición pecaminosa(no importando si para el mundo parezca bueno), y entender que Dios es el Único que sabe la verdad sobre nosotros y tiene la única Solución para ayudarnos. Notemos algunos pasajes relacionados a este tema: Mateo 4:17; Lucas 24:46-48; Hechos 2:36-38; 3:19; 5:31; 11:18; 20:21; 26:30; Romanos 2:4; Hebreos 6:1; 2Pedro 3:9. Acción de arrepentirse: 2Crónicas 33:10-13; Lucas 18:10-14; 2Corintios 7:8-10.
BAUTISMO: Nuestro Señor Jesucristo en la Gran Comisión de Mateo 28:19, mandó: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;” Este acto sigue después que una persona es predicada y procede al arrepentimiento de sus pecados y condición separada de Dios, podemos notar que siempre que se convertían al Evangelio, los que creían en Cristo como Salvador personal, dice la Biblia, eran bautizados. Notemos los siguientes textos: Hechos 2:38, 41; 8:12; 35-39; 9:17,18; 10:47,48. Cuando el pecador arrepentido recibe a Cristo, el paso siguiente si excepción es el bautismo. Este acto es una ordenanza que nos dejó como mandato el Señor Jesús en la Gran Comisión de Mateo 28:19; también lo encontramos en Marcos 16:15,16. Simboliza esto la muerte con Cristo a las cosas del mundo y la resurrección con Él a una nueva vida Romanos 6:1-4 Colosenses 2:12. Según la Biblia, el bautismo se debe hacer por inmersión, siempre notamos en la Biblia que se buscaba un lugar de aguas suficientes para sumergir a la persona; ver Mateo 3:13-16; Juan 3:23; Hechos 8:36. La palabra bautismo significa según el Diccionario Bíblico: Bautismo (gr. [del verbo baptízo, "sumergir (hundir)", "bautizar", "lavarse"]). Por eso por inmersión es la forma correcta de realizar este importante acto; que demanda solemnidad y entendimiento de lo que se hace, pero entiéndase, el bautismo NO salva (1Pedro 3:21), sino es un acto por parte del pecador arrepentido, ante la congregación, de mostrar su compromiso con Cristo y con los hermanos en forma pública, pero ya siendo salvo, por medio de la regeneración de su alma, por la Obra del Espíritu Santo (Tito 3:5; Efesios 1:13).
CONSAGRACIÓN: También se puede entender como santificación o decisión a seguir una vida completamente entregada al Señorío de Cristo (1Tesalonisenses 5:23; 1Pedro 1:16,17). La consagración es cuando el creyente nuevo, se propone seguir en el Camino del Señor Jesús, aprendiendo de Él, estudiando sus mandatos y viviendo para Él toda su vida según los principios estipulados en la Palabra de Dios. Consagrarse a la vez es saber que todo lo que hablamos, hacemos y actuamos, deberá glorificar y honrar al Señor y a nadie más (1Corintios 10:31; Colosenses 3:17); también implica que mi misión principal es dar testimonio de Quien me salvó y dio una nueva vida, a todos aquellos que aún no conocen el amor de Dios y el perdón de pecados que Él da a quien se arrepienta de los mismos (Colosenses 2:13). Miremos algunos pasajes que nos muestran algunos asuntos relacionados a la consagración: Hechos 2:42; Romanos 12:1; Efesios 2:10; Filipenses 3:7-10; 2Timoteo 2:19-21; 1Pedro 2:11,12; Mateo 5:16. Hay muchos más, pero para entender es suficiente; la lectura de la Palabra de Dios, la oración, el congregarnos y evangelizar; son cosas que nos ayudan a consagrarnos más y mejor al Señor (2Timoteo 3:16,17; Filipenses 4:6-8; Hebreos 10:24,25; Mateo 28:19).
Conclusión:
Aunque hoy pareciera que los temas tratados en este estudio no se hablan de ellos, esto no quiere decir que no tengan importancia; por la razón que no se predica sobre estos asuntos como arrepentimiento, bautismo y consagración, estamos viviendo tiempo peligrosos, donde muchos que están en las iglesias locales, no sabemos realmente si son miembros de la Iglesia de Cristo. El A, B, C del Evangelio de Cristo, es muy importante entenderlo, de lo contrario podemos estar en una condición peligrosa donde tendremos que rever la situación, como lo dice Pablo a los corintios: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” 2Corintios 13:5.
Nunca dejemos de predicar el Evangelio bíblico, jamás olvidemos el tiempo en que vivimos y no demos enseñanzas que Dios no nos da en su Palabra.